Las autoridades soviéticas han amenazado con destruir los artefactos que sirven a Ucrania para enfrentar a rusos, algo que afectaría a todo occidente en el tema de comunicaciones.
Konstantin Vorontsov, funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, aseguró que es extremadamente peligroso el uso de satélites occidentales para ayudar al esfuerzo bélico ucraniano.
‘Las infraestructuras casi civiles pueden ser un objetivo legítimo para un ataque de represalia’, declaró ante la Primera Comisión de las Naciones Unidas, añadiendo que el uso de estos satélites por parte de Occidente para apoyar a Ucrania era ‘provocativo’.
‘Estamos hablando de la participación de componentes de la infraestructura espacial civil, incluso comercial, por parte de Estados Unidos y sus aliados en conflictos armados’, dijo Vorontsov.
No mencionó ninguna empresa de satélites en concreto, aunque Elon Musk dijo a principios de este mes que su empresa de cohetes SpaceX seguiría financiando su servicio de Internet Starlink en Ucrania, citando la necesidad de ‘buenas acciones’.
Rusia tiene una importante capacidad espacial ofensiva, al igual que Estados Unidos y China. En 2021 lanzó un misil antisatélite para destruir uno de sus propios satélites.
En agosto, Moscú acusó a Washington de estar directamente implicado en la guerra después de que Vadym Skibitsky, jefe adjunto de la inteligencia militar ucraniana, dijo al periódico británico Telegraph que Kiev estaba usando el Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) suministrado por Estados Unidos basándose en imágenes de satélite en tiempo real.
Las imágenes satelitales de la zona de conflicto captadas por empresas comerciales de Estados Unidos son estudiadas a diario en Twitter por expertos en inteligencia de código abierto, quienes destacan las coordenadas de las posibles vulnerabilidades militares rusas.