Con ello, buscan transmitir todos los beneficios de esta práctica con personas privadas de la libertad, quienes han demostrado necesitarlo demasiado.
El Proyecto de Yoga en Prisiones México busca mejorar la calidad de vida y la reinserción social de personas que se encuentran dentro de cárceles, esto, obviamente, mediante la práctica espiritual de la yoga.
Dicho proyecto nació en 2002 de manera internacional, sin embargo, en México Luisa Pérez, quien fue abogada durante 15 años y practicó Yoga como recreación, adoptó esta actividad en 2017.
‘Nuestra idea es usar la práctica del yoga como una herramienta para ayudar a las personas a liberarse de los patrones mentales y de violencia en los que se encuentran atrapados…a todas (las personas) el yoga nos ha ayudado a tranquilizar la mente, a tener mayor paz emocional y salud física.
‘Una práctica de yoga así puede ayudar a las personas a liberarse de esos patrones de violencia y no solo mejorar su reinserción social, sino su salud, ya que todos tenemos derecho (a la salud)’, dijo la activista y maestra de yoga.
Este programa se ha distribuido en Centros de Reinserción social de Ciudad de México, donde nació, Veracruz, Oaxaca, entre otros. Aseguran que se han ganado la confianza de los directores de distintas cárceles.
‘Ya una vez adentro, después de estar un año o dos años yendo semanalmente a impartir una clase de yoga y que las autoridades vieran los cambios en los participantes, como menores incidentes de violencia, mayor gobernabilidad y pues eso nos ha permitido tener el acceso. Nos hemos ganado la confianza.
‘También hemos evaluado el programa, evaluamos qué pasaba con la población que trabaja yoga una vez por semana durante cuatro meses. Yo no hice la evaluación, una tercera persona la hizo y los números, las estadísticas que resultaron, pues fueron muy convincentes’, dijo Pérez.
De igual forma, aseguró que es notorio el cambio en los reclusos después de tomar la clase de Yoga, mismos que les han agradecido que hagan esta clase de enseñanzas en un lugar donde es difícil desarrollarse.
‘Son personas que valoran mucho, que personas que nos son de su familia ni del gobierno vayan a enseñarles una práctica nueva. Desde la primera clase notan los beneficios de tener menor dolor físico, dormir mejor, entre otros, entonces estos beneficios que no sienten tan común, pues lo valoran mucho’, compartió Luisa.
Actualmente la asociación cuenta con un curso para ‘crear’ más maestros de Yoga, este es en línea y aún cuenta con un 25 por ciento de descuento si se adquiere antes del 20 de enero.
Toda la información respecto al curso, así como de la asociación, pueden encontrarlo en la página web https://community.prisonyoga.org/, así como en sus redes sociales de Proyecto Yoga en Prisiones – México.
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