En algunas tribus de África y Sudamérica se utilizan las hormigas como forma de sutura.
Como un método de curación ancestral, grupos de África, India y el sur de América, han usado a las hormigas como si fueran grapas de sutura.
El método, consiste en poner a los insectos encima de la lesión, haciendo que muerdan cada uno de los bordes de la misma y muerdan. La mandíbula, presiona la piel y la une, al igual que una grapa o el hilo médico.
Una vez se ha producido el mordisco, les quitan el cuerpo para dejar únicamente la cabeza, ya que la mandíbula es muy fuerte, y mantiene la posición. La cabeza de la hormiga es expulsada por el cuerpo cuando la herida está cerrada.