Las 120 familias que vivían en los tejabanes de Valle de San Bernabé tuvieron un inicio de año muy complicado, el 2 de enero sus viviendas ardieron en llamas y lo perdieron todo…
Sólo quedaron escombros en aquel lugar y mucha gente viviendo en la incertidumbre y la angustia, por fortuna nadie salió herido, pero ese sector vulnerable de la sociedad estaba devastado.
Esa misma tarde varias camionetas llenas de “esperanza” arribaron al sitio de la tragedia, era una mujer muy conocida por los vecinos de esa zona, Yoanna Russildi.
Ella y un grupo de colaboradores estuvieron preparando durante un tiempo donaciones para entregarlas el Día de Reyes a niños de escasos recursos, pero decidió adelantar estos “regalos”.
“Una persona de aquella zona me llamó para decirme del incendio, vive muy cerca de los tejabanes donde siempre vamos a donar. Ese día teníamos planeado ir con la gente debajo del puente Gonzalitos, pero cambiamos los planes y cargamos las camionetas y nos fuimos para allá a ayudar”, dijo la activista.
Entre lo recolectado tenían medicinas, ropa, cobijas, comida, entre otras cosas y fue con lo que apoyaron en esa ocasión.
Russildi tiene experiencia en responder cuando la gente lo necesita, como en este caso de extrema urgencia y aunque aún no tiene una fundación en forma, hace las mismas funciones.
“Esta donación la hice a título personal, pero ya tengo tres años y medio en que Costco me hace donaciones y los sábados nos vamos a repartirlas, hemos ido a esos tejabanes en varias ocasiones.
“Teníamos todo listo para el Día de Reyes, pero tuvimos que adelantar esa donación porque la gente lo necesita”, argumentó.
La idea que tiene es construir hogares con material y que las personas que se vieron afectadas puedan tener una casa.
“Vamos a regresar el sábado con la donación de alimentos y vamos a levantar una lista de lo que falta, pero la idea es que gente de la construcción o relacionados aporten material, la mano de obra ellos mismos la ponen (los afectados).
“A mí no me gusta publicar lo que hacemos, es una cuestión muy personal, pero me recomendaron hacerlo en esta ocasión con la intención de que más gente se sume a apoyar a las personas que perdieron todo”.
Fundación en puerta
La vocación de ayudar al más necesitado nace en Yoanna a muy temprana edad, pues su madre, hacía lo propio y a nombre del negocio familiar hacia donaciones en fechas decembrinas coordinando incluso a sus proveedores.
“hacíamos una bolsita grande para cada familia que era una colcha, una bolsita de dulces, su juguete algo para el adulto, comida, despensa, siempre era cada año hacer como una bolsa como un costal de Santa Claus.
“Cuando empieza la inseguridad se deja de hacer de forma masiva como lo hacíamos, pero yo lo mantuve por mi lado, con gente de mis alrededores, Dios te los pone en el camino, la ley de atracción en muy fuerte, el universo conspira y te acerca a las personas indicadas”, indicó.
La labor de Russildi es reconocida por muchos de sus beneficiados y obviamente es sin fines de lucro.
“Sinceramente me deja una satisfacción enorme, me da tranquilidad porque es una necesidad interna que mi alma. Es un alimento para mi alma», finalizó.