Cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, con el objetivo de aumentar la conciencia de los problemas de salud mental en todo el mundo.
De acuerdo a datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el objetivo de esta efeméride es ofrecer una oportunidad para todos los promotores y defensores de personas con salud mental para visibilizar lo que falta por hacer para que la atención y el cuidado a la salud mental sea una realidad en todo el mundo.
La principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo es la depresión de acuerdo a datos de la OMS, quien estimó que más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18 por ciento entre 2005 y 2015.
La depresión es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona. Lo que provoca es angustia mental y repercute en la capacidad de las personas para poder realizar sus tareas cotidianas, lo que regularmente tiene efectos desafortunados sobre las relaciones con la familia y los amigos.
De igual forma los trastornos por depresión y por ansiedad son problemas habituales de salud mental que afectan a la capacidad de trabajo y la productividad.
La Organización Mundial de la Salud realizó un estudio en el cual se estima que los trastornos por depresión y por ansiedad cuestan anualmente a la economía mundial 1 billón de dólares en pérdida de productividad.
Se valora que la mitad de las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años, pero en la mayoría de los casos ni se detectan ni se tratan. Con relación a los adolescentes el suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años.
Los organismos luchan incansablemente por fomentar la detección de estas enfermedades para alcanzar la salud pública integral, mediante campañas de apoyo, mediante la implementación de psicólogos en las escuelas, y la normalización de asistir a terapia como parte de los hábitos de salud.